Pequeñas Historias de...”sueños prohibidos”
Comienzo como cada día cuando el sol aún está dormido y los primeros pájaros empiezan a revolotear por la plaza principal donde, todavía hay luces encendidas que a mi paso se vana apagando una a una como diciéndome buen día. Preparo café, ese que me ayuda a comenzar la mañana y siento el primer síntoma de mi soledad, miro el monitor, comienzo a trabajar, sobre los correos recibidos, enciendo mi mensajero y te busco sabiendo que no te encontrare hasta media mañana, camino por la oficina, preguntándome porque?, porque hago esto, porque busco acercarme si tu respuesta es no, ahí es donde cierro los ojos y me dejo llevar por el recuerdo de pequeños encuentros de oficina, donde apenas cruzamos un hola, que tal?. A media mañana me saludas por el mensajero y siento que el sol aparece de golpe. Entonces sabiendo que hay temas que no debo proponer, te invito a soñar, a lo que vos me contestas que puede ser peligroso, pero atractivo a la vez. Pasa un rato y las dos nos dejamos llevar por la im...