Soñe...
Llega la noche y con ella el descanso, es el momento en el que mi cuerpo
intenta dejarse llevar.
No hay reproches, pedidos,
gritos...todo se resume a mi espacio.
Espacio que habitan mi cuerpo, un mate
y música.
Cierro los ojos.
Por un instante imagino que camino por
el mar.
Y que al hacerlo sin querer me tropiezo
con tu ser.
Tu mirada sin buscarlo se cruza con la
mía y todo vuelve a tener sentido.
La tarde, el mar, tus palabras, tus
gestos, mi mirada que se pierde en tu mirada.
Es como si en mi sueño todo fuera
perfecto.
Siento de a ratos la necesidad de
retener cada segundo de ese sueño,
cada minuto en que, sin querer, rozo tu
piel, porque sé que no volveré a hacerlo.
Intento quedarme a vivir en ese sueño,
pero sé que despertare y que ya nada será igual.
No recuerdo bien como transcurrió el
resto, pero a la mañana siguiente desperté con la sensación, de que a partir de
esa noche siempre habrá una playa que nos reunirá en algún sueño y que el mar
será el testigo de que cuando dos miradas se cruzan…Nada está dicho y todo
queda en manos de la piel…
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